ENTREVISTA AL SR. VÍCTOR ALLENDE

Entrevista al Sr. Víctor Allende realizada por la Srta. Paola Blasetti., 

actual Jefe de División Distribución de Productos de la Lotería de Córdoba S.E.

 
 
 
 
 
 

ENTREVISTA AL SR. VÍCTOR ALLENDE

Recordamos a los niños cantores
 

El  pasado 1º de octubre, Lotería de Córdoba S.E. conmemoró los 100 años del primer sorteo de Lotería. Buscando información sobre este sorteo nos contactamos con muchas personas, entre ellas, Víctor Allende, actual Jefe de División Distribución de Productos de la Lotería de Córdoba S.E.

Victor, fue Jefe de Sorteos en los últimos años de la participación de los “Niños Cantores”. Un grupo formado por adolescentes que, desde 1920 hasta el 2001, fueron los encargados de cantar los números que favorecieron a miles de cordobeses.

En una charla amena, en la que asomaron recuerdos y anécdotas, Víctor nos contó que comenzó a trabajar en el antiguo Banco Social en el año 1975 como auxiliar administrativo, luego paso por varias áreas como la de créditos comerciales, seguridad, inspector de agencias, hasta que trabajo tres meses en una delegación  y, a partir de 1999, se desempeñó como jefe de sorteos; allí en el 2001, junto a Miguel Herrera, inauguraron el sistema de sorteo vigente. Después de 45 años en la institución su voz se llena de emoción al decir que,probablemente, éste sea el año de su retiro.

Agradecemos a Víctor Allende por su participación en éste espacio de encuentro con los  protagonistas del universo de los juegos de azar. 

¿Cómo eran los sorteos antes del sistema de bolillero electrónico?

Los sorteos se hacían con un sistema electromecánico, que comandaba un sistema de bolilleros (sorteadores). El bolillero destinado al juego de lotería, le decíamos ‘la chancha’,  por el tamaño (aún se conserva en el salón de sorteos de Lotería), allí se depositaba el universo de 50.000 bolillas. En un bolillero más pequeño se ubicaban las bolillas que daban la posición. Con este sistema no se podían repetir los números premiados en la grilla de veinte  correspondiente al extracto. Ahora, hay cuatro sorteadores que se dividen en unidad, decena, centena, y la unidad de mil, haciendo que se puedan repetir algunos números  premiados del extracto de lotería (si el azar así lo dispone).

¿Quiénes eran los niños cantores?

Los Niños cantores eran un grupo de 13 chicos de entre 10 y 14 años que trabajaban durante los sorteos. Ellos recibían un sueldo (ayuda económica) por la tarea que desempeñaban. Además se les proveía del respectivo desayuno, almuerzo y cena correspondiente a cada jornada.

Los niños cantores eran los que cantaban los números extraídos y la posición en el extracto de premios. Una vez que la bolilla era supervisada por el escribano actuante, esta se ubicaba en una pequeña cajita de acrílico y un niño se la mostraba al público presente en un acto de fe. También eran los responsables de cantar los números premiados de la Tómbola  o quiniela. Pero esa no era su única tarea, ellos eran los encargados de ordenar las bolillas en los tableros del sorteo correspondiente y una vez finalizado el sorteo, ordenaban las 50.000 bolillas una por una. Recuerdo que muchos quisimos igualar alguna vez la habilidad y rapidez, pero nunca pudimos (risas). 

También, eran los encargados de lavar las mismas una vez al mes, todo supervisado por el jefe del Sector. Al concluir su jornada laboral, la Institución tenía la responsabilidad del traslado de los mismos a sus respectivos domicilios. Hoy dos de ellos trabajan en la institución.

Cuando usted comenzó a trabajar no tenía contacto directo con los Agencieros. ¿Cuándo comenzó a tratar con los Agencieros?

Claro, mis tareas dentro de lo que era el Banco Social no estaban directamente relacionadas con el rubro Juego. En la última etapa del Banco Social me desempeñé como Inspector, debía entonces visitar las agencias de quiniela y así empecé a conocer a los agencieros.
Cuando se crea Lotería de Córdoba S.E. fui destinado como Jefe de Delegación en la sucursal Las Varillas. Luego pasé como Jefe de Sorteos y por último me designaron Jefe de División Distribución,
donde el contacto es directo con los agencieros.

¿Alguna anécdota o recuerdo adverso en estos años dentro de Lotería?

Bueno, de hecho hubo muchas. Ahora me viene a la memoria uno con un agenciero, que si bien parece adverso o infortunado, tiene un final feliz.
Por un malentendido entre un empleado de la División y un agenciero, yo traté mal a ese agenciero y me quedé apesadumbrado. Profundicé en la situación y resultó ser que el agenciero estaba en lo cierto. Nobleza obliga, lo llam
é y delante del empleado involucrado en el acontecimiento le ofrecí mis sinceras disculpas por lo acontecido. Desde entonces tenemos una muy buena relación.

Desde siempre, confío y persigo la idea de preservar un ámbito de trabajo distendido tanto con la gente del sector como con los agencieros.

¿Alguna alegría y satisfacción dentro del Banco Social/Lotería?

He tenido muchas alegrías y satisfacciones en el transcurso de mi vida por esta Institución, pero las que más  llenaron mi  alma fueron los ascensos. Cuento esto porque me enorgullece que cada uno de mis logros y reconocimiento fueron por esfuerzo y mérito propio, por capacidad y no por oportunismo de ninguna índole.

¿Qué reflexión le deja la proximidad a su jubilación?

Jubilarse, es una de las etapas que nos propone la vida. Es para mí el sueño de haber cumplido con uno de los mandatos del ser humano; trabajar para poder crecer, tener una familia, educar a los hijos. Ver el camino recorrido y sentirse satisfecho por lo que se hizo y por lo que se deja, los compañeros, los amigos y el agradecimiento a la empresa que me hizo crecer como persona.

Entrevista realizada por Paola Blasetti